Cascade: Floating Points regresa al Dance con su tercer LP
Cascade es el tercer LP del artista ingles Sam Shepherd mejor conocido como Floating Points. Crush (2019) fue un viaje sónico a través de las texturas dinámicas, con arreglos poco convencionales, un disco bastante experimental. Su colaboración con Pharoah Sanders, Promises (2021), es lo que muchos consideran la mejor colaboración de jazz y música electrónica de la historia, y en lo personal su mejor obra hasta el momento. Este año nos entrega Cascade un LP diferente a sus predecesores, en el cual no pretende alcanzar los límites extraordinarios establecidos previamente, sino regresar al origen musical de Sam, la música electrónica Dance.
Cascade comienza con Vocoder (club mix), un track que ya conocíamos, con un inicio lento, que con el paso del tiempo empieza a agregar las vocales, con nuevos sonidos sintetizados que crean un ambiente tenso, donde resuelve con el mejor atributo del track: el kick “punchy”. Con Vocoder entendemos el rumbo a donde Sam pretende llevarnos, tracks con groove hipnóticos, muy bailables y muy ponchados.
Continuamos con Key103 que empieza con un kick contudente, con percusiones que se van acumulando progresivamente al paso del tiempo, y un sonido chillante de fondo que va creando un ambiente de tensión en el que resuelve con posiblemente el bassline más intenso y más bailable de todo el albúm.
No sería un proyecto de Floating Points sin su respectivo banger.
El banger por naturaleza de este LP corresponde a Birth4000, es el track mas energético, con un diseño sonoro de percusiones que lo hace entrar al territorio del tech house (algo poco visto en las producciones propias de Sam), con un sintetizador que liderea el track con un arpegio que va evolucionando con el tiempo hasta llegar casi a territorios limítrofes con el acid.
Con Del Oro, bajamos un poco más la intensidad, escuchamos un kick menos punchy que en los tracks anteriores, aquí destaca un sonido más dreamy, atmosférico y lush pulcky que se va estirando y distorsionando justo antes de llegar al drop, algo que me recuerda mucho al trabajo que normalmente hace Four Tet en sus producciones, pero con un bassline muy al estilo de Floating Points.
Es justo Del Oro quien marca el punto medio entre los dos estilos musicales de Cascade. El albúm conforme va pasando va perdiendo su intensidad, algo muy notorio con Fast Foward y Ocotillo. La primera acariciando melódicamente el ambient, igual que con Del Oro, son sonidos muy dreamy, casi llegando a lo chillante e incómodo, incluso recuerda a la música 8-bit. En la segunda mitad se hace más evidente el bassline y el rumble muy propios del techno. Con Ocotillo iniciamos con un arpegio muy hipnótico en el fondo que va creciendo
a la par de la intensidad del track, de primera instancia Ocotillo se siente lo más cercano a Crush, un track ambient que en su final se termina transformando por completo en otra cosa mucho más “technoza”.
Empezando a bajar la energía, pero manteniendo la calidad sonora.
Con Afflecks Palace y sucede un fenómeno similar que con Ocotillo, tracks atmosféricos, con percusiones que se sienten muy sintéticas al principio y que se van transformando a lo largo del tiempo a algo quizá un poco más “acústico”; que continua en Tilt Shift que nos presenta un ritmo más quebrado, pero conservando esa esencia que pertenece ya a Cascade; y que por último conecta con Ablaze, para darle un cierre ambiental, personalmente no pienso en otra mejor manera para cerrar este disco; creo que esta parte es sin duda la más interesante del álbum.
En conclusión, en Cascade regresamos a los orígenes de Floating Points, es un albúm que ofrece momentos muy intensos con bangers listos para usarse en el dance floor, pero con tracks también muy introspectivos que yo he disfrutado más sentado. Se siente un albúm muy coherente, y muy sólido, sin fallas en su entrega, estimulante y fresco, sin llegar a ser sobresaliente, pero definitivamente tampoco olvidable. Una mescolanza en la primera mitad de House, y Techno, y en la segunda mitad Ambient, y Electro; que no logra pertenecer a ninguno de estos géneros individualmente, sino que agarra lo mejor de cada uno y logra crear un groove único, que se siente futurista e invita a seguir buscando proyectos así.
Si te gustaría escuchar más música como esta, te recomendamos leer nuestra reseña de In Waves, el segundo álbum del productor británico Jamie xx.