Después de la sorpresiva ruptura de black midi, Greep presenta su primer álbum como solista: "The New Sound".
Geordie Greep, quien ya había demostrado su habilidad para desafiar las convenciones musicales con black midi, ha dado un salto intrigante con su primer álbum en solitario, The New Sound. Tras el anuncio de la disolución de la banda, muchos estaban escépticos sobre si podría mantener o incluso superar la magia de su trabajo anterior. Sin embargo, Greep no solo ha logrado preservar esa chispa, sino que la ha redirigido hacia un terreno más amplio y diverso, mostrando una madurez artística sorprendente.
Desde un punto de vista sonoro, The New Sound sigue bebiendo de las mismas aguas experimentales que Hellfire, pero con una nueva capa de sabores exóticos. Si Hellfire era un cóctel abrasador de jazz y rock progresivo, The New Sound es como agregarle un toque de especias latinas y brasileñas, creando un acto aún más vibrante y sabroso. Greep ha mezclado esa base familiar con elementos frescos, dando lugar a una experiencia sonora que se siente tanto como una evolución como una ruptura. La abundancia de instrumentos —desde guitarras y baterías hasta pianos, trombones y bongos— contribuye a una atmósfera en constante cambio, como si cada canción abriera una nueva puerta a un mundo sonoro distinto.
El álbum introduce pegajosos ritmos latinos y brasileños que sin duda te harán bailar.
El álbum tiene un ritmo impredecible, como una carretera llena de curvas cerradas y paisajes cambiantes. Canciones como Blues nos recuerdan la esencia de black midi, mientras que Terra nos transporta a una fiesta vibrante de influencia brasileña, con una sección de metales que se siente como una celebración a gran escala. Por otro lado, The New Sound —el tema instrumental que da nombre al álbum— mezcla lo tradicional con lo moderno, como si se fusionaran el ritmo de una ciudad bulliciosa con el espíritu relajado de un atardecer en la playa.
Pero donde Greep realmente brilla es en su capacidad como narrador. La actuación vocal de Greep es uno de los puntos más fuertes del disco, su inconfundible voz, siempre oscilando entre lo poético y lo frenético, le da vida a historias que van desde lo cómico hasta lo trágico. En ‘Holy, Holy’, cuenta la historia de un hombre patético y solitario que, con un tono casi de película cómica, intenta conquistar a una mujer de manera incómodamente torpe. La crudeza romántica y la ansiedad existencial de sus letras se intensifican aún más en The Magician, una pieza épica de más de 12 minutos que cierra el álbum con un crescendo explosivo, como una tormenta que se disipa lentamente después de haber desatado toda su furia.
El artista usa el álbum como un canvas para presentar complejos personajes en historias exuberantes.
Cada pista del álbum tiene su propio color distintivo, como si Greep estuviera pintando un mural lleno de formas y tonalidades diferentes, pero siempre cohesivas. No hay espacio para lo innecesario; cada segundo está lleno de intención, y aunque algunas canciones superan los 4 minutos, ninguna se siente larga. Es como si cada una te llevara en un viaje corto pero intenso, dejándote con ganas de más.
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